Para esta instalación les he pedido a todos los alumnos de 1º de la ESO, nuevos en el instituto, que trajeran una  planta viva cada uno, y con la que quisieran involucrarse en su cuidado y que sería una especie de firma vegetal y personalizada.

Como macetas hemos empleado libros de texto en desuso (aunque sus contenidos esten plenamente vigentes) que iban a ser enviados a un trapero, y con un sencillo plegado han pasado de contenedores de saber humano , contenedores de vida natural.

Con todos ellos hemos creado un jardín vertical al tiempo quedamos vida a un rincón especialmente transitado del centro. Ready made en pleno crecimiento.

Hemos recibido el 2º premio en el certamen Creajoven 2014, modalidad artes visuales